EL
ÁRBOL DE LA VIDA Y EL ARTE, no tuvo dudas cuando decidió
apadrinar a CAMILO y sentirlo como hijo propio, abrazarlo con
sus ramas, darle oxígeno para que pudiera respirar mejor, o
necesitase tener bien su garganta y limpios sus registros de
voz, reservarle el lugar más fresco de su sombra por si quería
descansar cuando le agobiase el calor, le dió su tronco para que
pudiera marcar en él sus más íntimas y eternas sensaciones, con
tal de poder compartir todas sus inquietudes de amor, amores o
desamores, le brindó su apoyo incondicional y la fuerza de sus
raíces para aquellos momentos en que le fallaran las suyas y no
llegara a dar un paso en falso, le obsequió con el canto bello
de sus pájaros, estimulando los instintos de su inspiración para
cuando su corazón necesitara manifestarse con palabras y música
convertidas en canción, le arropó y abrigó con toda la gama de
sus colores y flores, para que cuando sus ojos buscaran un
horizonte, vieran el brillo del saber vivir y del arte para que
además sus manos, pudieran pintar siempre el lado bueno de la
vida, mañana y tarde, le ofreció sin límites toda su protección
porque presintió que iba a ser un buen hijo, como queda
demostrado hasta el día de hoy... y una buena semilla de hoy,
florecerá mañana y cada mañana, GRACIAS A DIOS.
EL
ÁRBOL DE LA VIDA Y EL ARTE, suspiró y suspira cuando siente y vé
que los rayos de luz que deja atravesar a través de sus hojas
cubren a su ahijado CAMILO y lo iluminan por dentro y por fuera,
y Él como buen hijo agradecido, busca una manera de abrazar y
fundirse a besos con su árbol, el cual se estremece al oírle
decir con emoción de vida y arte... cantando, pintando o
hablando...
Gracias árbol mío, por haberme elegido, también por haber nacido
antes que yo, por hacerme tuyo y por haber escogido para mí este
sitio dónde todavía crece la hierba, bajo las caricias del sol,
que nos mantiene unidos... Gracias por dejarme ser MEDITERRÁNEO
y justamente de aquí... de ALCOY.
EL
ÁRBOL DE LA VIDA Y EL ARTE, obsequió a CAMILO con su vida y
arte, para que él la compartiera con todo el mundo.
De
todo lo que hasta ahora les he hecho partícipes por escrito
sobre CAMILO, he sido testigo, con todos mis sentidos, y además,
me lo ha contado alguien de confianza... su mejor amigo.
EL
ÁRBOL DE LA VIDA Y EL ARTE
Gracias....Padre
NACIÓ EN EL MEDITERRÁNEO ¡COCENTAINA!
Francisco Gisbert... vino a éste mundo como pincelada de VIDA,
trajo en su alma la capacidad de la comunicación y en sus manos,
la flexibilidad única de mostrar y demostrar que incluso a veces
que con solo tres trazos se puede manifestar lo que se ve y se
siente en un papel, en un lienzo o en cualquier otro material,
el interior de un corazón ajeno o el de uno mismo.
La
madurez es íntima de la evolución y eso se adquiere día a día
desde que se nace, Francisco Gisbert ha alcanzado ese grado de
madurez de la mejor forma adelantada, su arte, y a quién lo
conoce le consta, es imprescindible para el futuro y va camino
de la eternidad.
Las
academias de bellas artes, cualquiera de ellas y en distintas
partes del mundo, donde él a cursado estudios, se han sentido
orgullosas al hacerle merecedor de premios... becas... o títulos
de profesor de dibujo, como por ejemplo en la Academia de Bellas
Artes de Barcelona, San Jorge, al igual que diplomas de honor
como amigo por donde quiera que va o haya ido.
El
bien, buen hacer, y buen arte siempre es bien recibido, y la
semilla que echó buenas raíces en ESPAÑA, Francisco Gisbert obtuvo sus frutos no sólo en
Europa, sino en otros continentes de los cuales podría nombrar
países como México, Venezuela, Argentina etc...
Los
mejores críticos entendidos en arte, alabaron su técnica, y su
manera de expresar las inquietudes de los seres humanos de cada
uno de los países donde fue y sigue siendo requerido.
El
colorido de sus interpretaciones, según dicen de él, es como un
suspiro de verdad para todos aquellos que se ven reflejados en
sus obras. Los matices humanos y además como pintor de garantía
y calidad penetran fuerte y sin límites en los corazones de los
ricos y poderosos económicamente, y en el de los pobres y
poderosos de espíritu y de todo aquel que ponga sus pupilas en
la profundidad llena de fantasía de algo relacionado o pintado
por
Francisco Gisbert.
Hoy
en día, el motor de sus sentimientos no se ha dormido en los
laureles, al contrario, su inagotable pozo de buenas vibraciones
plasmadas en sus buenas obras, han crecido al nivel de llamarle
¡MAESTRO! y ponerle a cada una de sus inspiraciones una corona
de laurel por su belleza y sobretodo por la razón que tan
generosamente nos entrega y comparte,
¡SUS PINCELADAS DE VIDA!
Tu amigo,
Camilo